lunes, 10 de octubre de 2011

Chevron, señalada como empresa más opaca del mundo

QUITO
Las grandes petroleras y mineras del planeta guardan secretos. Nadie sabe cuáles son las ganancias reales ni cómo transfieren sus regalías de un lado a otro del mundo. El resultado de esa práctica se traduce en ganancias inimaginables para las empresas y enormes pérdidas de ingresos para los países dueños de los recursos naturales.

Esa es la conclusión del informe denominado ‘Canalizando las Ganancias’ elaborado por la organización Publish What You Pay (Publica lo que Pagas), capítulo Noruega, presentado en Quito el viernes pasado.

La introducción de la publicación la realizó Raymond Baker del Global Financial Integrity de Washington, Estados Unidos, un grupo consultor que trata de colocar límites a los flujos financieros ilícitos: “durante el último medio siglo ha surgido un sistema financiero fantasma que maneja y esconde trillones de dólares por año, los traficantes de droga, mafiosos, funcionarios corruptos y evasores de impuestos comerciales tienen acceso por igual”.

El estudio analiza el nivel de transparencia de las diez empresas extractivas más grandes del mundo. El trabajo se realizó en cinco meses y estuvo a cargo del periodista de investigación inglés Nick Mathiason con aportes de periodistas ecuatorianos y bolivianos.

Anglo, Barrik Gold, British Petroleum, Chevron, Conoco, Exxon, Glencore, Río Tinto, Billiton y Shell constituyeron 6.038 subsidiarias, el 34% (2.083 firmas) en jurisdicciones con altos niveles de secretos corporativos, dijo Mathiason.

Dichas jurisdicciones en América Latina son llamadas paraísos fiscales y se definen como los Estados que se extralimitan en sus condiciones de ocultar flujos financieros.

El informe estableció que la norteamericana Chevron es la compañía más opaca del mundo. Posee 77 subsidiarias a nivel mundial y 48 de ellas están en paraísos fiscales. Le sigue en opacidad Conoco Phillips y el tercero, Exxon.

El paraíso fiscal favorito de las empresas es Delaware, EE.UU. Ahí, comenta Mathiason, “existen 900 mil empresas contra 855 mil habitantes”.

La segunda jurisdicción secreta preferida son los Países Bajos, donde no se cumplen las normativas internacionales y no es obligación registrar detalles de fideicomisos. Las cuentas no están disponibles en registros públicos.

Mona Thowsen, de Publica lo que Pagas e impulsora del proyecto, sabe que las empresas pueden desviar y esconder sus ganancias en los paraísos fiscales y evitan transparentar sus cuentas en los países que obtienen los recursos. “Poseen un ejército de contadores y abogados, el trabajo no es hacer cumplir la ley sino traspasarla, han construido una industria de ficción y nuestro trabajo es provocar regulaciones para que publiquen sus ganancias en los países que operan”.
Fuente: Diario El Universo

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